El gobierno de Maru Campos ¿Tendrá la capacidad para contrarrestar el avance electoral de MORENA? En los próximos meses ¿surgirá un personaje que supla la añeja orfandad política y moral del neopanismo chihuahuense?
Por Gerardo Cortinas Murra
La designación de la diputada Elizabeth Guzmán, como presidenta de la Mesa Directiva del Congreso (MDC) –aprobada por unanimidad por las fuerzas políticas que integran la nueva Legislatura– acredita no solo el cumplimiento del mandato constitucional que establece que la presidencia de la MDC se ejercerá de manera alternada tomando en cuenta, prioritariamente, a los partidos políticos que sean la primera y segunda fuerza política; y cuyo orden será acordado por la Junta de Coordinación Política (JCP).
Al respecto, resulto oportuno destacar que, a mi parecer, la designación de la diputada de MORENA como presidenta de la MDC es, contrario a la opinión diversos colegas analistas políticos, la primera ocasión en que la presidencia del Congreso local recae en un verdadero representante de este partido político.
Lo anterior, ya que en la anterior Legislatura, la designación de la diputada Adriana Terrazas como presidenta de la MDC (a quien los diputados integrantes del grupo parlamentaria de MORENA calificaron de traidora) de ninguna manera puede ser considerada –ni jurídica, ni políticamente– como una genuina representante de MORENA en el Congreso local.
Pero además, la designación de la diputada Elizabeth Guzmán refleja que el acuerdo de la JCP se tomó en consideración a la alta votación obtenida por MORENA en el pasado proceso electoral local; por lo cual, resultaba políticamente correcto reconocer que, a pesar del empate numérico de diputados del PAN y de MORENA, el apoyo de sus partidos aliados (PT, MC y Verde) fue suficiente para considerar a MORENA como la primera fuerza política en la actual Legislatura.
Al respecto, varios de mis compañeros analistas políticos han resaltado que en la actual Legislatura habrán de concretarse –forzosamente– constantes acuerdos parlamentarios para evitar una cuasi-parálisis legislativa como la que caracterizó a la anterior. Y en la que se destaca, en especial, el sentido de los votos de desempate de los diputados de MC, para determinar la mayoría simple de las iniciativas que, en su caso, presenten los diputados del PAN y/o de MORENA.
Asimismo, debe darse énfasis al discurso de la diputada presidenta de la MDC; en especial, cuando asume que “cumpliremos esta encomienda con honor y responsabilidad, que seremos fieles a nuestra vocación democrática, que todas las fuerzas políticas estarán debidamente representadas y se mantendrá un diálogo abierto y una relación de respeto con todas las posturas. Ante todo, estará el bienestar de todas y todos los chihuahuenses”.
En cuanto a la supuesta vocación democrática del nuevo grupo parlamentario de MORENA, habremos de comentarlo posteriormente; dada cuenta que la dinámica legislativa de esta Legislatura estará sujeta a la política del próximo gobierno federal y, sobre todo, en la pretensión de lograr el triunfo electoral de su candidato(a) en la próxima contienda electoral del 2027.
Ahora bien, las interrogantes más interesantes respecto a una posible alternancia partidista a favor de MORENA en los comicios locales del 2027, son las siguientes:
- El pésimo gobierno de MARU: ¿Tendrá la capacidad para contrarrestar el avance electoral de MORENA?
- El neopanismo chihuahuense: ¿Postulará candidatos con arraigo social que puedan competir con los candidatos de MORENA?
- En los próximos meses: ¿Surgirá un personaje que supla la añeja orfandad política y moral del neopanismo chihuahuense?
- En el transcurso de los próximos 3 años: ¿Será posible que el neopanismo chihuahuense logre despertar de su ancestral letargo político?
- En el proceso electoral local del 2027: ¿El neopanismo local estará obligado a suscribir una coalición electoral con el rancio y viejo PRI?
Las anteriores interrogantes fácticas tienen pleno sustento político, toda vez que:
- La actual Administración Pública Estatal es por demás deficiente y obsoleta, ya que tan solo la existencia de entes de gobierno con atribuciones duplicadas, fomenta el dispendio de recursos públicos y un cotidiano hartazgo social. Aunado a la existencia de una legislación estatal obsoleta, y su consecuente injusticia social.
- La postulación de candidatos sin arraigo social trajo consigo el vergonzoso fracaso electoral en el Municipio de Juárez y, con ello, la pérdida de varios municipios y la mayoría simple en el Congreso del Estado.
- Desde el fracaso electoral en el año 1998, al interior del PAN no existe personaje alguno que represente y abandere los valores y principios de la doctrina partidista del insigne panista Manuel Gómez Morin.
- Desde siempre, la inmensa mayoría de los integrantes del neopanismo chihuahuense se ha caracterizado por estar plagada de personajes conformistas, oportunistas y sin visión política.
- A pesar de la coalición electoral celebrada con el PRI, la votación del PAN se redujo considerablemente, como reflejo del rechazo a los candidatos postulados y/o por el descredito del gobierno estatal.
Así las cosas, los neopanistas chihuahuenses están obligados a tener presente los siguientes acontecimientos político-electorales del pasado:
1. Que en el año 1995 (a escasos tres años de haber logrado la gubernatura local), perdieron la mayoría calificada del Congreso; lo que les permitió a los diputados del PRI aprobar la contra-reforma electoral.
2. Que esta contrareforma electoral fue el preludio de la segunda alternancia partidista: con el triunfo electoral del candidato priista a la gubernatura, Patricio, El Rayovac, Martínez.
3. Que, desde entonces, el neopanismo chihuahuense quedó en total orfandad política y moral.