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Caída de exportaciones, empleos y tipo de cambio, los riesgos para México por los aranceles de Trump




enero 31, 2025
Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Fotografía: Tomada de X | @WhiteHouse

Trump refrendó su amenaza de imponer aranceles de 25 por ciento a las importaciones mexicanas para exigir mayores acciones contra la migración y el tráfico de fentanilo

Por Luis Fernando Lozano / Animal Político

Los aranceles que Donald Trump amenaza con imponer a partir de este 1 de febrero pondrían en riesgo las exportaciones, decenas de empleos y el tipo de cambio en México, aunque especialistas esperan que esos impuestos sólo se apliquen a ciertos productos, porque una imposición generalizada podría afectar incluso a la economía de Estados Unidos. 

Trump anunció que los aranceles de 25% a importaciones de México y Canadá buscan presionar a los gobiernos de ambos países para que aumenten sus acciones para frenar el flujo de migrantes y fentanilo.

Ayer jueves, el presidente estadounidense reafirmó su intención de hacer oficial estos impuestos a partir del 1 de febrero, y advirtió que esa tasa puede aumentar con el tiempo. Además, adelantó que aún se evalúa si el petróleo se incluirá entre los productos con ese gravamen.

Expertos consultados por El Sabueso explicaron que imponer aranceles generales de 25% a importaciones mexicanas repercutiría de forma negativa en la economía estadounidense, por lo que pronosticaron que el gobierno de ese país los aplicará sólo a ciertos productos e, incluso, que sólo será por un tiempo breve.

Apenas el miércoles, el futuro secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, afirmó que esta medida es provisional, pues se trata de una acción de seguridad interior y no una política arancelaria. Pero adelantó que entre marzo y abril se espera terminar un análisis más profundo, para definir la aplicación de aranceles a mediano plazo.

Cabe recordar que los tres países participan en el T-MEC, acuerdo de libre comercio que  tiene programada una revisión para 2026, por lo que estos aranceles han generado dudas en los mercados sobre una posible renegociación, o hasta una cancelación del tratado.

Efectos para ambos países

Actualmente, Estados Unidos es el destino de más del 80% de las exportaciones mexicanas, de modo que los aranceles generales tendrían como principal riesgo la reducción del volumen de mercancías que México envía a ese país.

Entre enero y septiembre de 2024, las mayores exportaciones al norte de la frontera fueron vehículos y autopartes, equipo mecánico, aparatos eléctricos, combustibles minerales y equipo médico, de medición y quirúrgico. 

Por lo que en caso de aplicar la tasa de 25% a todas las importaciones desde México, estos sectores serían los más afectados.

El costo de estos productos aumentaría, obligando a las empresas estadounidenses a buscar opciones dentro de su país o en otros mercados, para su abasto. Uno de los sectores más afectados sería el automotor, cuya cadena productiva –actualmente distribuida en los tres países– Donald Trump busca devolver a territorio estadounidense.

“Se ha calculado aproximadamente que en el sector automotriz, por ejemplo, el arancel del 25% implicaría un aumento del 10% en el precio final de los productos (en Estados Unidos)”, comentó Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Competencia y Regulación de México Evalúa, en entrevista.

Ante estas condiciones, los efectos negativos serían para ambos países. Por un lado, causaría alza de precios en los vehículos y la caída de la demanda en Estados Unidos; por el otro, habría reducción de las exportaciones mexicanas para ese sector, lo que podría causar pérdida de empleos de trabajadores de esa industria en México, que a principios de 2024 superaba los 839 mil trabajadores.

Una baja de las exportaciones –que representan alrededor del 30% del PIB de México– podría propiciar también una contracción en la economía nacional para finales de 2025. 

Si no se aplican los aranceles, el banco BBVA prevé un crecimiento de la economía de hasta 1.9% este año. Pero en caso de que Trump cumpla su promesa, el PIB en 2025 cerraría 2025 con un crecimiento negativo, pronosticó el banco.

Además, en caso de cumplir la promesa de imponer aranceles el 1 de febrero, especialistas advierten que la moneda mexicana podría depreciarse frente a la divisa estadounidense. El jueves 30 de enero, el pesó cayó 1% frente al dólar y cerró en 20.70 por unidad, luego de que Trump reiteró su amenaza de imponer aranceles el sábado. 

esús Carrillo, director de Economía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explicó que lo más probable es que los aranceles causen una depreciación del peso. “Eso puede incrementarse y dependerá mucho del anuncio, de la magnitud (de los aranceles), de la retórica alrededor del anuncio. Es difícil decir qué tanto, pero sí esperaría que se deprecie la moneda”, sostuvo.

La depreciación del peso suele tener efectos diversos. Por un lado, un menor valor frente al dólar podría reducir el impacto en la caída de las exportaciones mexicanas, al hacer más atractivos los precios de los insumos nacionales para el mercado externo; pero por otro lado, la pérdida de valor del peso presionaría al alza los precios de productos y servicios importados así como el de la gasolina.

Aranceles no serán generales, prevén especialistas

No obstante las declaraciones del gobierno de Trump, especialistas consultados por El Sabueso prevén que los aranceles no se apliquen a todas las importaciones desde México, sino que se enfoquen en productos específicos en que México tiene mayores ganancias frente a Estados Unidos, y así se mitiguen los efectos negativos en ese país.

Algunos ejemplos de esto serían algunos productos agrícolas, manufacturas como dispositivos médicos –cuyo impacto sería sobre empresas mexicanas–, o algunos productos intermedios, como aluminio y acero, tal como ocurrió entre 2018 y 2019, comentó Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM.

El impacto en el sector agroalimentario –cuyas exportaciones a Estados Unidos crecieron 6.1% en los primeros 9 meses de 2024– sería distinto al de la industria automotriz, detalló Ana Lilia Moreno.

“En mercados agroalimentarios, en el corto plazo los periodos de ajuste pueden implicar pérdidas grandes de cosechas, por la contracción de la demanda o el consumo, en lo que los exportadores ajustan sus modelos de negocios o sus estrategias de ventas hacia otros mercados distintos al norteamericano”, sostuvo.

Aunque hay productos de origen mexicano que se puede esperar que queden exentos de  aranceles, como el aguacate. Esto porque México es prácticamente el único proveedor, además de que la demanda del fruto alcanza su máximo en febrero, explicó Jesús Carrillo.

“¿En dónde sí podría ser? A lo mejor en algunos otros productos que van directamente al consumidor final, algunos productos de alimentación que no afecten demasiado a la inflación. Por ejemplo, las berries o el maíz blanco que exportamos. Pero aún no sabemos”, sugirió.

¿Cómo puede responder México?

En su conferencia del miércoles 29 de enero, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que confía en que el gobierno de Trump no aplique los aranceles. “No creemos que vaya a ocurrir, la verdad; y si ocurre, ya tenemos un plan. Hay conversaciones, hay diálogo”, sostuvo.

En el mismo sentido, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que el gobierno mexicano reaccionará en función de las medidas que implemente el gobierno de Estados Unidos. “Llevamos meses trabajando sobre eso, unos ocho meses”, afirmó el mismo miércoles.

En noviembre pasado, luego del triunfo de Trump en la elección presidencial de Estados Unidos, el gobierno de México mostró su disposición a responder a aranceles con impuestos a productos estadounidenses. Pero después, la presidenta Sheinbaum cambió su posición y en el último mes se ha pronunciado por buscar otras soluciones. 

En ese sentido, los especialistas coincidieron en que actualmente no hay condiciones para desatar una guerra arancelaria, pues impactaría a los consumidores nacionales, quienes terminarían pagando el incremento de precios de productos provenientes de ese país.

Ignacio Martínez recordó el caso de Colombia, que recién el fin de semana trató de responder con aranceles a las medidas de Estados Unidos y terminó por aceptar las condiciones migratorias que exigió Trump.

“De ahí es que la presidenta ya no ha vuelto a tocar el tema de imponer aranceles a Estados Unidos, porque sí estaría perjudicando totalmente la economía mexicana”, dijo.

Al respecto, Jesús Carrillo comentó que si bien no se prevé que el gobierno mexicano se enfrasque en una guerra de aranceles con Trump, sí podría imponer tarifas a algunos productos específicos, como lo hizo en 2019. 

“Cuando nos pusieron un arancel al aluminio y al acero, México respondió con aranceles también al whisky, a otras bebidas. O sea, a cosas bastante bien estudiadas que es las que sabe que van a afectar a productores (estadounidenses), que se van a quejar con su gobierno. Entonces, digamos, no es una guerra abierta, pero seguramente habría alguna represalia”, comentó.

Por otro lado, agregó, las medidas del gobierno mexicano probablemente no estén relacionadas con el ámbito comercial, sino que pueden estar dirigidas a responder a las demandas de Trump para imponer los aranceles, como acciones para aumentar la seguridad en la frontera y contener la migración hacia Estados Unidos.

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Este contenido es publicado por La Verdad con autorización de Animal Político. Ver su publicación aquí.

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