La vida de Julio César cambió por completo hace 8 meses tras ser atacado por una jauría de más de 10 perros, perdió la movilidad de sus brazos y manos; su familia asegura que los animales son propiedad de una empresa radiofónica y exigen justicia, las autoridades aseguran que las indagatorias continúan
Por Blanca Carmona / La Verdad
Julio César Díaz Ramírez perdió la movilidad de sus brazos y manos, su matrimonio se desvaneció, anímicamente está mal al grado de necesitar tratamiento psiquiátrico. Toda su vida cambió hace ocho meses a raíz de que fue atacado por unos 10 perros que se encontraban en una propiedad de la empresa radiofónica Mega Radio.
Lo que no ha cambiado es el estatus de la investigación de su caso por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua. Ésta instancia asegura que “a través de la Unidad Especializada en la Investigación de los Delitos Contra la Integridad Física y Daños, continúan las indagatorias en torno al hecho, además de que continúa la solicitud de periciales”.
La negativa de la empresa radiofónica Mega Radio de asumir alguna responsabilidad a pesar de que los perros que atacaron a Julio se encontraban en el terreno donde ellos tienen una antena, tampoco ha cambiado, se mantiene.
Y la Dirección de Ecología, que en diciembre del 2022 dio a conocer que sancionará a los dueños de la jauría de perros y aseguró a los animales, dijo ahora que el proceso administrativo está detenido porque legalmente no se ha identificado quién es el dueño del terreno.
En la familia de la víctima existe el temor de que el delito de lesiones prescriba por el simple transcurso del tiempo y ante la falta de actuación del Ministerio Público (MP).
La noche del 25 de diciembre del 2022, Julio César pasó frente a un terreno ubicado en las calles Sierra Morones y Sierra de los Armadillos de la colonia La Cuesta y fue atacado por entre 10 y 15 perros que se salieron de esa propiedad, recordó Berenice Barrientos Pérez, prima de la Julio César y asesora jurídica de él.
El hombre, de 35 años, fue sometido a dos cirugías para injertar tejido de la parte inferior de su cuerpo en los brazos, con el propósito de evitar que le fueran amputados debido a que los canes prácticamente le arrancaron los tendones y dañaron la piel.
Hace unos cuatro meses, la FGE emitió un diagnóstico médico definitivo, en el que determinó que las lesiones sufridas por Julio César pusieron en riesgo su vida y dejaron como consecuencias médico-legales de por vida, la imposibilidad de volver a mover las manos y los brazos.
“Ya no puede valerse por sí mismo”, señaló Barrientos, quien narra que Julio César necesita que alguien lo asista hasta para ir al baño porque sus manos ya no tienen ningún tipo de movilidad, perdió la movilidad por completo.
Hace un mes las grapas que habían sido colocadas a Julio, como parte de las cirugías a las que fue sometido en el Hospital General, comenzaron a brotar de su piel ya cicatrizada, pese a que se suponía que ya se las habían retirado.
El dolor volvió a ser intenso para él, explicó Barrientos quien también busca atención médica de calidad para Julio pues ninguna empresa se ha hecho cargo de los daños ocasionados y la familia no cuenta con recursos económicos. A la fecha, él solo ha recibido ocho terapias.
Julio César también comenzó a sufrir delirio de persecución y está bajo tratamiento psiquiátrico.
“Desgraciadamente está muy mal, existió la necesidad de que acudiera con un psiquiatra y la necesidad de medicarlo con Clonazepam porque está teniendo delirios de persecución con varios hechos atribuibles a lo que vivió”, dijo. “Anímicamente está muy mal, lamentablemente su esposa, su pareja, lo abandonó, se llevó a su hijo, él retornó a vivir con su mamá, ella lo está cuidando”.
La Fiscalía prácticamente no ha avanzado en la investigación. Inicialmente se negó a tomar la denuncia e integrar una carpeta. Después de que el asunto se hizo público, inició la indagatoria, pero la agente del Ministerio Público a cargo, Diana María López Téllez, señaló que no se podía fincar una responsabilidad legal a una moral o empresa.
Después de que esto se superó determinando que las personas morales si son sujetas de responsabilidad, el MP no se ha dado a la tarea de reunir los elementos para acreditar una responsabilidad, ni siquiera se ha determinado quién es el dueño legal del terreno donde estaban los perros, denunció la familia de Julio.
Básicamente la investigación la dirige la asesora jurídica de la familia de la víctima, quien primero solicitó al MP que enviará un oficio al Registro Público de la Propiedad, pero esa autoridad respondió que no encontró registró y solicitó el plano catastral, ante eso la agente del MP informó a la familia de Julio César que ellos deberían hacer las gestiones para obtener ese documento.
Fue la asesora jurídica quien obtuvo la clave catastral y conoció que el dueño registral del predio es Radio Sistema Nacional S.A., informó Barrientos.
A la fecha para la familia de Julio César no ha sido posible obtener el Certificado de Existencia de Propiedad por parte del Registro Público de la Propiedad, donde se anota quién es el representante legal de Radio Sistema Nacional, aunque en repetidas ocasiones han acudido a esa dependencia se les indica que no tienen el libro.
“Ya está el dato de la dueña del predio solo falta saber quién es el representante legal para que fiscalía apenas pueda definir si va a ejercer acción penal. Christian Coronado, coordinador de la Unidad de Lesiones nos dijo que apenas van a ver si ejercitan acción penal, a fincar responsabilidad penal que nos lleve a resarcir el daño ocasionado a Julio”, indicó.
Berenice Barrientos Pérez, abogada de profesión, señaló que en el terreno de donde salieron los perros está una antena de Mega Radio, hay varios testigos que les informaron que esa empresa es la dueña del inmueble y personal de esa estación se comunicó con ellos inicialmente para decirles que se iban a cubrir los gastos, pero después cambiaron de opinión y han evitado comparecer al llamado del MP.
La abogada y prima de la víctima explicó que se deben reunir los documentos para acreditar que Mega Radio es la propietaria y eso se ha dificultado; incluso se sospecha que los dueños del terreno cambiaron la razón social a Radio Sistema Nacional S.A.
Ni siquiera la autoridad municipal, ha podido acreditar la propiedad del terreno donde se mantenía a la jauría. El director de Ecología, César Díaz Gutiérrez, informó que la multa expedida no se ha podido cobrar y el proceso administrativo está detenido porque legalmente no se ha identificado quién es el dueño del terreno.
Dijo que dejaron un citatorio, pero no lo atendieron, se fijó una multa en la puerta, se le dejó al velador y que incluso estamos dentro de la misma carpeta de investigación (de la Fiscalía), pero sigue estancado en la Unidad de Delitos contra la Paz.
“No se ha podido agarrar un responsable porque se sabe que el terreno pertenece, está ahí una antena de Mega Radio, pero hay un juicio sucesorio, no hay una persona responsable o un heredero o albacea que pueda responsabilizarse de ese terreno”, declaró Díaz.
El delito de lesiones prescribe en dos años. Han transcurrido ocho meses sin que el MP por lo menos determine si va o no a ejercer acción penal.
“Hay una persona a la que lamentablemente la vida le dio una vuelta de 360 grados y el hecho no puede quedar impune. Existe una persona a la que no le mutilaron alguna parte de su cuerpo, gracias a Dios, pero si mutilaron su vida, porque su vida ha cambiado”, afirmó la abogada.
Y agregó: “no vamos a dejar que el hecho quede impune, estamos consciente que la ley en materia penal prevé que los delitos prescriban y estamos luchando, todos días picando piedra con el agente del MP para que la carpeta no prescriba por transcurrido el tiempo”.
Julio César es una víctima, están las lesiones y las lesiones son de por vida, afirmó. “estamos exigiendo justicia, que los responsables se apersone y que no exista esta indiferencia”.
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