Juárez

Parques públicos, entre rezagos y abandono




febrero 11, 2020
Fotografía: Martín Orquiz / La Verdad

Áreas verdes de la ciudad son insuficientes, de tamaño pequeño e inaccesibles, acusan

Martín Orquiz
La Verdad/Especial para El Diario

Ciudad Juárez – Insuficientes, fragmentadas, de tamaño pequeño, inaccesibles, con una distribución geográfica inequitativa y por debajo de los estándares de cantidad y calidad establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), son las características que prevalecen en las áreas verdes de Ciudad Juárez, establecen investigaciones de especialistas en el tema y autoridades.

El padrón de parques públicos en esta frontera refiere que existen dos mil 428 espacios de esta naturaleza, poco más del 80 por ciento tienen una dimensión entre los 300 y 10 mil metros cuadrados, se da a conocer en el Plan de Desarrollo Urbano Sustentable (PDUS), así como en trabajos sobre el tema del Colegio de la Frontera Norte y el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP). Las investigaciones hechas por personal de esas instancias dan cuenta de la existencia de áreas de hasta 50 metros cuadrados.

La conformación formal del padrón de parques en la ciudad comenzó hace apenas 17 años, informa la investigadora del Colegio de la Frontera Norte (Colef), María de Lourdes Romo Aguilar, quien inició el conteo de estas áreas yendo físicamente a dónde estaban para catalogarlas.

Encontró que, en su gran mayoría, esas instalaciones estaban en mal estado, en la actualidad esa condición permanece debido a las dificultades para darles mantenimiento y al poco presupuesto que el gobierno invierte en ese rubro.

“Si usted me pide una sola palabra para describir la situación de las áreas verdes en Ciudad Juárez es: precaria. Es precaria en cuanto a la cantidad y la calidad de los espacios que tenemos, también en la equidad para su acceso”, describe Romo Aguilar.

Su percepción tiene respaldo en lo que dedicará el Gobierno local a pintura, plantas tratadoras, adquisición de remolques, reparación y rehabilitación de juegos en parques, así como en maquinaria y herramienta de uso manual para parques y jardines en el 2020: seis millones 280 mil pesos, se establece en el presupuesto para el 2020.

Si esa cantidad se divide por el número de parques, tocan apenas dos mil 586.49 pesos para mantener a cada uno en buenas condiciones durante todo el presente año.

La realidad, indica Romo Aguilar, es que muchos se quedan sin recibir algún mantenimiento.

En la investigación Gestión de áreas verdes en Ciudad Juárez, Chihuahua, que terminó el año pasado junto con el investigador Francisco Lara-Valencia, también del Colef, se logró establecer que únicamente una tercera parte de las áreas verdes se encuentran atendidas por las autoridades.

El hecho genera que el resto de las áreas verdes presente deficiencias de mantenimiento, riego, poda e infraestructura.

Determinaron además que, debido a la falta de planeación, los parques no se encuentran distribuidos de forma uniforme en toda la ciudad, notándose el rezago que existe para ciertos sectores de la población.

Los datos recabados, agrega, exponen la carencia de superficie arbolada, mientras que en las áreas verdes se presentan actos de incivilidad, como elevada presencia de excremento de perro, consumo de alcohol, así como gran cantidad de grafiti y basura.

Con relación al equipamiento, los investigadores establecieron que muchos espacios carecen de elementos como canchas y equipo, tampoco existen las suficientes instalaciones para el desarrollo de actividad física.

Un ejemplo de la situación se puede ver en el parque del fraccionamiento Las Acequias, ubicado al extremo sur de la ciudad, que lleva años sin recibir atención por parte del gobierno, dan a conocer vecinos del lugar.

“Este lugar está destruido”, comenta Joao Rivas Candrete, un habitante del cruce de las calles Casablanca y Calendario Azteca, donde se ubica un lote plagado de vegetación silvestre, basura, juegos inservibles y tierra.

Dice que esas condiciones de deterioro prevalecen ahí desde hace mucho tiempo, ni siquiera recuerda cuantos años, pero él y su familia desean –desde entonces– que lo rehabiliten para poder darle uso.

“Quisiera que limpiaran para hacer ejercicio, porque aquí ni caminar podemos, no hay otro parque cerca que esté bueno para caminar, para convivir”, agrega.

El parque, dice, no es utilizado para otra cosa que las personas atraviesen de un lado a otro para tomar las unidades de transporte público o llegar a sus hogares.

Debido a las condiciones del lugar, los padres de familia no permiten que sus hijos acudan porque es peligroso, más durante la noche ante las fallas en el sistema de alumbrado público.

Se buscó una entrevista con el director de Parques y Jardines del Municipio, Edmundo Urrutia Bealls para conocer su postura con relación a la problemática expuesta, pero no estuvo disponible.

Parque del Fraccionamiento Anzures. Fotografía: Martín Orquiz

Áreas verdes: solo 2% de la mancha urbana

Datos expuestos en el actual PDUS establecen que la superficie de la mancha urbana aquí es de 321 millones 195 mil 700 metros cuadrados, mientras que el conjunto de áreas verdes suma nueve millones 427 mil 214.33 metros cuadrados, indica la contabilidad realizada por los investigadores del Colef.

Las zonas dedicadas a parques equivalen al 2.93 por ciento del total del territorio urbano.

La OMS recomienda que el promedio mínimo de área verde por habitante debe ser de nueve metros cuadrados, pero lo ideal es que alcance entre 10 y 15; en Ciudad Juárez ese estándar se establece en 5.66 por persona.

El PDUS indica que aquí existe un faltante de 4.34 metros cuadrados por habitante para alcanzar el mínimo necesario.

“Podría decirse que este déficit no es tan bajo, pero la realidad es que muchas de las áreas verdes existentes se encuentran en condiciones deficientes”, se describe en el documento.

Enumera, entre las fallas, la existencia de poca vegetación, carencia de andadores, mobiliario urbano y otros elementos.

La carencia más marcada de parques se encuentra en las zonas norponiente, poniente, centro, sur y surponiente.

“En la parte poniente es evidente el déficit que tenemos de áreas verdes”, dice Romo Aguilar.

En el caso de Ciudad Juárez, la distribución de áreas verdes no es equitativa y está cargada a la parte nororiente, el poniente tiene mucho déficit, mientras que al surponiente están muy fragmentadas, en la mayoría de los casos están muy descuidadas y son precarias en cuanto a la calidad, añade.

Acerca del parámetro establecido por la OMS, considera que se trata de un dato muy subjetivo, ya que también se deben contemplar las circunstancias del área verde, la calidad y el tipo de región donde se establece.

“Aquí ese concepto no es de pasto verde porque estamos en una región desértica, entonces habría que contar con la vegetación adecuada, de lo contrario estaríamos desperdiciando agua, no es sustentable y carísimo”, indica.

Tomando en cuenta esas variables, la investigadora considera que para una ciudad como Juárez el parámetro debe estar entre 8.5 y 9 metros cuadrados por habitante, pero no los alcanza.

“En superficie dicen que son cinco y algo (metros cuadrados, lo que existe), pero si nos vamos a medir la calidad de esas superficies, esos cinco los disminuyo hasta dos, hay mucha diferencia entre las áreas verdes a las que estamos accediendo”, continúa.

Romo Aguilar indica que hay parques que los vecinos cuidan, pero entonces se apropian de ellos y es difícil para otras personas utilizarlos, incluso algunos están dentro de fraccionamientos cerrados por cuestiones de inseguridad, lo que imposibilita la entrada de extraños.

Una cara diferente a la que presenta el parque de Las Almeras es la que ofrece el área verde que se ubica en el fraccionamiento Anzures, establecido en la zona norcentral de la mancha urbana, donde la vegetación está cuidada, al igual que los juegos infantiles.

Incluso en algunos árboles los vecinos colocaron carteles informativos con mensajes para que la zona se mantenga limpia y advertir a quienes acuden que eviten maltratarla o hacer mal uso.

“Nos cuesta mucho trabajo mantenerlo así, en buenas condiciones, como debe estar, nos cuesta a nosotros los residentes, porque las autoridades hacen muy poco”, comenta una vecina del lugar que se identifica sólo con el nombre de Ofelia.

Añade que en varias ocasiones ella y otros habitantes de Anzures se confrontaron con personas que acuden al sitio a hacer desmanes, como treparse a los árboles, comer y hasta beber alcohol, los reconvienen cuando se dan cuenta que comienzan a tirar basura al pasto.

“Así es la gente, si cuidaran no habría problema de que estuvieran aquí, pero si vienen a hacer sus cochinadas mejor que se vayan a otro lado”, agrega.

Fotografía: Martín Orquiz

Más que un aspecto ecológico

El Plan de Desarrollo Urbano Sustentable (PDUS) del Municipio de Juárez describe que el parque, en sus distintas escalas, está diseñado para que el ciudadano satisfaga su necesidad de esparcimiento, recreación, salud física y mental.

Ese espacio, continúa, debe permitirle el contacto con la naturaleza, además esas áreas mejoran el medio ambiente ya que reducen los niveles de contaminación.

No todos son iguales, ya que el IMIP y el Colef designan el concepto que tienen esos espacios con base a lo establecido por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), ahora Secretaría del Bienestar, de acuerdo con los metros cuadrados que tenga dedicados como parea verde.

El denominado jardín público es una zona que se ubica entre los cero y los mil metros cuadrados, el cual es utilizado para actividades básicas de ocio para sus vecinos y como ornato de la zona, se describe en los trabajos de ambas instancias.

Cuando el rango de superficie está entre mil y dos mil 500 metros cuadrados se le denomina parque vecinal. Debe contar con delimitación y acondicionamiento que está destinado para recreación, juego, paseo, descanso, ejercicio moderado y convivencia de la población local.

Al contar con una superficie de dos mil 500 y hasta mil metros cuadrados, el área es conocida como parque barreal y su utilidad es para el descanso y convivencia de las personas, eventualmente tiene instalaciones deportivas no reglamentarias.

Con una superficie de 10 mil a 30 mil metros cuadrados se torna en parque distrital y, al igual que los anteriores, ofrece zonas para la recreación, el descanso y el juego, pero puede contener espacios para deporte tradicional o extremo, servicios generales o hasta para actividades culturales, estacionamiento y otros.

Se denomina parque urbano a aquél que tiene una extensión entre 30 mil a 450 mil metros cuadrados y debe contar con todo el equipamiento descrito antes.

Romo Aguilar estima que los parques en Ciudad Juárez difícilmente cumplen con esos parámetros, además, la gran mayoría carecen de instrumentos de calidad, utilizados para comparar con espacios similares en un ámbito internacional, como canchas para béisbol, basquetbol, futbol, futbol rápido, volibol y tenis.

Tampoco tienen arenero, estacionamiento para bicicletas, estaciones de ejercicio, alberca para niños o adultos, primeros auxilios, bebederos, mesas de pícnic con o sin sombra, baños, fuentes, refugios o sombras, regaderas, casilleros, basureros, estructura para ´piñatas o asadores.

Se supone que una ciudad ambientalmente adecuada o sana, es aquella donde se tiene un área verde suficiente y de calidad por cada habitante, bajo las circunstancias actuales Juárez no lo es, advierte.

laverdadjuarez@gmail.com

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