Almacenes Distribuidores de la Frontera, empresa de la que Alejandra de la Vega es accionista, se ha valido de diferentes argucias legales durante el proceso que por más de dos años ha sostenido para dominar el mercado gasolinero de Ciudad Juárez. Incluso la Fiscalía General de la República (FGR) inició una investigación de carácter penal en contra de la compañía por falsedad de declaraciones ante un juez.
La revisión de documentos oficiales federales, estatales y municipales, así como de tribunales del Poder Judicial de la Federación, entrevistas y verificación en campo permite reconstruir el proceso por la pugna del mercado gasolinero en esta frontera.
La ruta para afianzarse en el ramo gasolinero fue iniciada por Almacenes el 29 de junio de 2017, cuando solicitó a la Dirección General de Desarrollo Urbano del Municipio una licencia de uso de suelo para instalar una estación en avenida Adolfo López Mateos número 339.
El 3 de julio de 2017 la autoridad determinó improcedente la licencia debido a que “no respeta las distancias establecidas” en el Reglamento; cuatro días después un empleado de Almacenes acudió a la dirección a recoger el oficio que negaba la licencia, como obra en la sentencia pública del proceso.
Tras la respuesta emitida por Desarrollo Urbano, Almacenes solicitó el 1 de septiembre de 2017 un amparo contra el Reglamento para la Ubicación y Operación de las Estaciones de Servicio para el Municipio de Juárez, identificado con el número 781/2017 y turnado al Juzgado Quinto de Distrito del Décimo Séptimo Circuito Judicial.
La estación López Mateos clausurada el 16 de julio del 2019. Foto: Rey R. Jauregui.
En respuesta a la denuncia, el juez exigió el cumplimiento de la sentencia y pidió suspender o paralizar la operación de la gasolinera y apercibió a la funcionaria que de no hacerlo le impondrá una multa.
La gasolinera fue clausurada y a la fecha sigue el litigio llevado por el abogado Víctor Hugo Becerra Coronado, del despacho de Jorge Espinoza Cortés, actual Consejero Jurídico del Estado de Chihuahua.
Adicionalmente, el grupo de gasolineros inconformes emprendió acciones legales con las que consiguió revocar el amparo a favor de los De la Vega y el 19 de junio de 2019 logró la protección de la justicia federal.
En esa resolución el juzgado consideró que “podría causarse un probable riesgo a la salud y a la vida de las personas”, por lo que ordenó suspender la licencia de uso de suelo para la estación de Almacenes en avenida López Mateos y pidió a los quejosos garantizar con 300 mil pesos los posibles daños y perjuicios que puedan ocasionar a los interesados.
Con ello, Desarrollo Urbano municipal clausuró el 16 de julio la primera gasolinera Arco, que a la fecha lleva más de medio año cerrada.
El 26 de junio, el mismo grupo obtuvo otra sentencia a su favor en la que un tribunal resolvió suspender la emisión de la licencia de uso suelo para la estación en Camino Ortiz Rubio 5155, por la que pidió una garantía de 300 mil pesos. La gasolinera fue clausurada el 23 de julio.
Con dos estaciones Arco clausuradas en Ciudad Juárez, la familia De la Vega enfrentó un revés en su negocio gasolinero.
El 25 de septiembre de 2019, el Segundo Tribunal Colegiado emitió la sentencia del amparo en revisión 408/2018 en la que resolvió que la compañía de los De la Vega agotó el plazo constitucional de 15 días para solicitar el amparo, por lo que este fue sobreseído.
“Este Tribunal advierte… (que) la demanda se presentó fuera del plazo legal y por ende, es improcedente el juicio de amparo”, explica en la resolución con la que quedaron sin validez los permisos que les otorgó el Municipio.
Además del fracaso de la estrategia legal, la sentencia derivó en el inicio del proceso penal en la FGR por falsear ante un juez la fecha de conocimiento del documento. Actualmente esa denuncia se encuentra en apelación, de acuerdo con Iván Pérez.
No obstante que la orden judicial obligaba la suspensión de las licencias de las estaciones de Arco, la directora de Desarrollo Urbano dilató la ejecución del cierre de las gasolineras de la familia De la Vega.
Se tardó casi un mes en solicitar la “aclaración” de la resolución, como consta en el oficio DGDU/JUR/1359/209, en el que Méndez pidió la “aclaración” de la resolución emitida.
En respuesta, el 30 de octubre los magistrados desecharon la petición de la funcionaria “por notoriamente improcedente”, al no considerar error o imprecisión en la sentencia.
Los descalabros judiciales de Almacenes continuaron el 2 de octubre de 2019 con el juicio de amparo 628/2018, donde se determinó que el reclamo contra las gasolineras de Alejandra de la Vega debía ser atendido como un principio precautorio ante el “riesgo latente… de que se vea comprometida la vida, la salud y el medio ambiente, ya que no es desconocido que la sustancia que se vende es altamente flamable y peligrosa”.
Al conceder el amparo al grupo de ocho gasolineros, se pidió a Desarrollo Urbano municipal suspender la emisión de las licencias para 10 estaciones de Almacenes, por las que se fijó una garantía de dos millones de pesos por cada una, cantidad que se estableció con base en los informes contables de los ingresos de las que ya habían sido clausuradas.
Desde entonces, cuatro sucursales más de Arco han sido cerradas, la última el 10 de diciembre de 2019. Aunque una vez más Lilia Ana Méndez buscó diferir el cierre de al menos una de las estaciones, lo que consta en el oficio DGDU/JUR/1472/2019 fechado el 26 de noviembre de 2019, en el que solicitó al juez ampliar el término por “la complejidad del asunto” y para requerir el debido cumplimiento a la empresa.
Al tiempo que se desempeña como funcionaria en el gobierno de Javier Corral, la empresaria juarense aumenta su negocio de venta de gasolina a través de estrategias que desataron una disputa jurídica entre millonarios.
Muy pocas personas saben con certeza por qué Alejandra de la Vega Arizpe aceptó incursionar en la burocracia y ocupar un cargo público en el gobierno de Chihuahua cuando sus negocios binacionales generan millones de pesos diarios.
La expansión del negocio gasolinero de la familia De la Vega tiene otro personaje clave: Paul L. Foster, esposo de Alejandra, con una fortuna estimada en 1.6 mil millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, y cuya riqueza se conformó principalmente con el negocio de la refinería.