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Foster, otro personaje clave


La expansión del negocio gasolinero de la familia De la Vega tiene otro personaje clave: Paul L. Foster, esposo de Alejandra, con una fortuna estimada en 1.6 mil millones de dólares, de acuerdo con la revista Forbes, y cuya riqueza se conformó principalmente con el negocio de la refinería. 

Casado desde abril de 2008 con la funcionaria De la Vega, el empresario estadounidense es uno de los accionistas de Marathon Petroleum Corporation (MPC), la compañía dueña de la marca Arco, que en el estado de Chihuahua llegó a través de una asociación con Almacenes Distribuidores de la Frontera.

Foster nació en Snyder, Texas, y desde niño dedicó sus esfuerzos a un objetivo: hacer dinero. Y en 2019 ocupó el lugar número mil 349 en la lista de Forbes de las personas más ricas del mundo.

“Siempre trabajé desde que era un niño y honestamente siempre trataba de encontrar la manera de hacer dinero. Hacía todo tipo de cosas inusuales pero siempre tratando de hacer dinero y realmente no sé porqué, no era como que necesitaba el dinero, pero siempre fui un poco emprendedor, desde que era muy joven”, confesó el magnate en una charla TED en noviembre de 2017.

Esas características le llevaron a ser elegido como el estudiante con más probabilidades de tener éxito de su generación en la High School de Lovington, en Nuevo México.

De acuerdo con el perfil elaborado por Forbes, el empresario se dedicó a trabajar en las refinerías del suroeste de Estados Unidos, inicialmente como limpiador de tanques. En 1992 junto a sus socios tomó el control de El Paso Refining, tras la quiebra de esta compañía texana; cinco años más tarde se haría de la propiedad completa de la refinería, hasta transformarla en el conglomerado Western Refining.

En 2017, Foster vendió Western Refining a la refinería Tesoro, en una operación valuada en 6.4 mil millones de dólares; combinadas, las compañías adquirieron el nombre de Andeavor, donde Foster conservó alrededor de 6.5 millones de acciones y obtuvo una ganancia estimada de 988 millones de dólares.

Hacia abril de 2018, MPC anunció que compraría Andeavor por 23.3 mil millones de dólares, según Forbes.

La operación, concretada en octubre de 2018, justo un año después de la venta de Western Refining, representó la formación de la refinería más grande de Estados Unidos.

De acuerdo con Reuters, junto al también empresario Jeff Stevens, Foster tiene una participación accionaria del 1.7% en MPC; su influencia en la empresa es tal que en septiembre pasado, ambos solicitaron la salida de Gary R. Heminger como CEO de la empresa, lo que se concretará este año como parte de una reestructuración del consorcio de la refinación. 

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  Foto: El Paso Museum of History Foundation
DESENCUENTROS CON LAS LEYES

Hacia mayo de 2011, Western Refining fue demandada ante una Corte Federal estadounidense por Pemex Exploración y Producción. Se les acusó, junto a otras siete compañías norteamericanas, de supuestamente comprar a cárteles del narcotráfico gas robado de la Cuenca de Burgos en México.

El caso fue llevado por la Corte del Distrito Sur de Houston, donde la petrolera mexicana demandó a las empresas Big Star Gathering, F&M Transportation, Joplin Energy, Plains All-American Pipeline, Saint James Oil, Superior Crude Gathering, TransMontaigne Partners y Western Refining Company y a los ciudadanos estadounidenses Jeff Kirby y James Jensen.

En la demanda, Pemex argumentó que las compañías estadounidenses deberían tener o tenían conocimiento de que estaban comprando gas natural condensado que había sido robado a la compañía mexicana.

La venta de ese gas natural presuntamente obtenido de manera ilegal alcanzaba un mercado de cientos de millones de dólares, de acuerdo con el expediente público del caso consolidado en el expediente 4:10-cv-01997.

A Western Refining y otras tres compañías, Pemex las acusó de haber comprado el combustible una vez que había sido “lavado” su origen, mientras que a otras empresas se les adjudicaba haber conspirado para importar el gas robado en México por el crimen organizado.

Respecto de las acusaciones contra la refinería, así como de su papel en Marathon Petroleum Corporation e incluso en los negocios de su esposa, La Verdad envió a Foster una solicitud por escrito para una entrevista, pero hasta el cierre de la edición no había recibido respuesta.

NEGOCIOS Y POLÍTICA
Más allá del ámbito empresarial, Paul L. Foster también es una figura de impacto político y social en la frontera El Paso-Juárez.

De acuerdo con el registro de donantes individuales de la Comisión Federal de Elecciones de Estados Unidos, de 2001 a 2019 el empresario donó 10.9 millones de dólares para campañas políticas, principalmente para candidatos del Partido Republicano.

Medios norteamericanos reportan cómo las millonarias donaciones de Foster se han traducido en asientos de relevancia en numerosas juntas y consejos de gobierno, desde donde ha conseguido inversiones para la ciudad de El Paso, como una nueva escuela de medicina, otra de enfermería y el sistema de tren ligero. 

Además, desde que su esposa tomó posesión del cargo de una Secretaría de Estado en Chihuahua (2016), también ha sido constante la relación entre el empresario y la clase política del estado mexicano, en especial con el gobernador Javier Corral. 

El mandatario de Chihuahua usó en agosto de 2016 el avión del empresario para un viaje de trabajo. Unos meses después Corral declaró que tuvo acceso a un correo electrónico de Foster donde este rechazaba ser donante de la campaña presidencial de Donald Trump.

En El Paso, Foster es un personaje primordial. En la Universidad de Baylor, por ejemplo, el Campus for Business and Innovation lleva su nombre, así como la escuela de Medicina de la Universidad Texas Tech en El Paso.

Egresado de Baylor, Foster ha buscado cómo devolver a la comunidad fronteriza de El Paso-Juárez algo de lo que a él le ha dado, según sus propias palabras.

“Cuando empezamos a tener éxito con la refinería… empecé a pensar cómo devolver no solo a esta comunidad sino a los vehículos que en el camino me ayudaron a estar donde estoy y siempre quise regresar a El Paso porque aquí fue donde tuve la mayoría de mi éxito”, relata en la plática TED.

Una de las maneras, según Foster, sería crear una zona comercial segura de atractivo turístico a ambos lados de la frontera.

“Estas dos ciudades pueden ser fantásticas si hacemos las cosas de la manera correcta”, considera el estadounidense, que entre sus posesiones cuenta con terrenos dentro del Parque del Aeropuerto de Santa Teresa en Nuevo México. 
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Desde el poder, Alejandra de la Vega
va por el mercado gasolinero

Al tiempo que se desempeña como funcionaria en el gobierno de Javier Corral, la empresaria juarense aumenta su negocio de venta de gasolina a través de estrategias que desataron una disputa jurídica entre millonarios.

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El conflicto legal:
una disputa entre millonarios

Almacenes Distribuidores de la Frontera, empresa de la que Alejandra de la Vega es accionista, se ha valido de diferentes argucias legales durante el proceso que por más de dos años ha sostenido para dominar el mercado gasolinero de Ciudad Juárez.

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Alejandra, una vida entre poderes

Muy pocas personas saben con certeza por qué Alejandra de la Vega Arizpe aceptó incursionar en la burocracia y ocupar un cargo público en el gobierno de Chihuahua cuando sus negocios binacionales generan millones de pesos diarios.

Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto de investigación del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers
 
Investigación: Gabriela Minjáres/Rocío Gallegos/Itzel Ramírez
Editora: Daniela Guazo
Fotografía: Rey R. Jauregui
Ilustraciones: Regina García
Video: Alicia Fernández